Hace unas semanas que veo por la red la famosa tarta Guinness de Nigella y me picó el gusanillo de probarla. La tenía en mente desde hace tiempo y sólo me faltó verlas a mis compis para decidirme. Así que ésta era una buena ocasión para ponerla en práctica. A él le gusta la cerveza, como a mi chico, y casi siempre que quedamos en su casa nos ha comprado una nueva para probar. Hace unas semanas probamos una cerveza negra muy rica de una marca gallega, así que estos cupcakes fueron una buena elección.
Hay dos velas, sí, soplaron dos velas. Una por él, y otra para su peque, que hace dos semanas fue su cumple y aún no habíamos podido vernos :-( A pesar de que ella no los pruebe porque es muy chiqui, quiso soplar las velas. Y yo como madrina orgullosa, le compré una vela musical para que la soplara... más mona ella...
No he usado cerveza Guinness porque en el súper donde voy a comprar no la encontré, así que cogí otra negra. Pensé que sería muy fuerte el sabor, pero mira por dónde, la que me sobró me la bebí tranquilamente mientras esperaba a que mis cupcakes se hicieran en el horno!
La receta no lleva levadura y os cuento lo que me pasó. Hice la receta tal cual, porque no me atrevía a modificarla no fuera que saliera mal y tenía el cumple y poco tiempo, para variar. La receta original es para una tarta grande y yo al hacerla en cupcakes reduje cantidades a la mitad. Relleno las cápsulas como siempre un poco más de la mitad, y en medio del horneado huelo a quemado...qué raro...a los veinte minutos las saco y veo que los cupcakes han crecido, se ha desparramado la masa sobrante encima y han hecho una tapa crujiente. Tal cual, alrededor del cupcake le creció una tapa! como una seta! jaja
Así que, ni corta ni perezosa, con cuchillo afilado en mano, decido meterle un corte a ran de la cápsula para que "respire" y no se quede húmeda. Arranqué las tapas, que salieron enteras y saqué las cápsulas para enfriar en mi rejilla. Como quedaron muy raras, como "desnudas", decidí arreglarlo con las tapas. Con un cortador de galleta a la medida corté las tapas, las coloqué por encima y voilá! el cupcake perfecto!
Y para que pareciera una cerveza, rellené con la crema y puse la tapita encima de lado, como si fuera la tapa de la cerveza y saliera la espuma debajo...jiji...hay que usar la imaginación para arreglar las pifiadas! y quedaron muy monas...con sus tapitas....
Os dejo con la receta de los cupcakes de cerveza negra y chocolate: ( 8-10 uds)
125 ml de cerveza negra
125 gr de mantequilla
40 gr de chocolate en polvo
200 gr de azúcar
70 ml de nata líquida
1 huevo
1 cucharadita de vainilla en pasta
135 gr de harina
1 y 3/4 cucharaditas de bicarbonato
1) Precalentamos nuestro horno a 180º C y preparamos nuestro molde con nuestras cápsulas.
(Os recomiendo que sean oscuras, porque la masa es negra y si son claras quedarán transparentes y muy feas)
2) En un cazo ponemos a calentar la cerveza sin dejar que hierva. Añadimos la mantequilla cortada a dados y removemos hasta que se deshaga.
3) Mientras en un bol batimos el huevo, la nata líquida y la vainilla en pasta integrando bien.
4) Añadimos a la mezcla la cerveza y la mantequilla y seguimos batiendo.
5) Mezclamos los ingredientes secos, harina, cacao, azúcar y bicarbonato y tamizamos. Los vamos añadiendo a la mezcla poco a poco, batiendo a baja velocidad.
6) Una vez nuestra masa está lista y bien mezclada la repartimos en nuestras cápsulas.
Recomendación!! para que no suban las tapitas, llenadlas a la mitad, probad algunas con la mitad y otras menos, según vuestro horno y mi experiencia! jaja
Bueno, si queréis tapitas llenadlas más de la mitad y buuuum!!
La textura de estos cupcakes es jugosa, con sabor a chocolate y a algo más, que no sabría definir...no es muy dulce, así que los que para los que no sois muy golosos ésta es vuestra receta. Para mi gusto, les faltaba dulce, pero yo es que soy más golosa, y no le encontré tanto el gusto a chocolate como esperaba. A los demás les gustó, sobretodo a mi chico porque no le gustan empalagosos ni demasiado dulces, y nos podíamos comer un par sin llenarnos, no como otros, que son más contundentes y dulzones. No se nota el sabor a cerveza, pero sí que es verdad que tiene un toque diferente.
Para el buttercream hice un merengue francés y le añadí unas cucharadas de Fluff de vainilla, que me pirra!!!! así que el toque dulce se lo di con el merengue, que a la peque sí que le gustó porque se puso perdida!!! jaja y a mí también!!
Espero que os haya gustado, os animo a probarlos si buscáis sabores diferentes y sorprender porque no dejarán indiferente a nadie.
Mil besos,